miércoles, 25 de abril de 2012

España, ¿un país de tontos?

   Hay que ver el revuelo que ha montado la nueva medida del gobierno de que no se va a dar cobertura sanitaria a los extranjeros que no coticen. Ahora el bloque PSOE-IU ya ha empezado a acusar al gobierno de xenófobo. Y ¿que esperábamos? Claro, que cuando nosotros vamos a cualquier país extranjero y necesitamos un médico, y nos cobran por la asistencia lo vemos normal, e incluso no nos decepcionamos cuando los asistentes en la sala de espera no hacen una colecta para pagarnos la consulta. Y ¿por qué aquí si tenemos que hacerlo?
   Pues porque somos un país de tontos. Para empezar nuestros políticos no paran de referirse a la Sanidad como algo gratuito. Nada mas lejos de la realidad. La Sanidad cuesta mucho dinero y sale de los impuestos de los que tenemos una nómina. Estamos hartos de ver en consultas de ambulatorios y hospitales, gente extranjera exigiendo cosas, tratamientos, y prestaciones que hasta nosotros desconocemos que existen. Que por un dolor de cabeza exigen que les vea un médico de primaria ese mismo día, porque si le dan cita para la fecha que llevan en la agenda (2, 3 o 4 días), entonces se les trata así por racismo. Aquí, de toda la vida cuando alguien le duele la cabeza, se toma una aspirina y no molesta al médico. A saber, en su país si tienen una dolencia de ese tipo ¿que hacen?. Que exijan traslados en ambulancia, cuando los demás vamos en coche o en taxi y un largo etc, que los que de alguna manera conocemos "este mundillo" tendríamos infinitas historias que contar. Y lo que aquí algunos llaman discriminación y xenofobia, otros lo llamamos sentido común.
   A ninguno de estos extranjeros se les van a negar las urgencias, ni los partos, ni la atención sanitaria a sus hijos menores de 18 años. Entonces, ¿donde está la xenofobia? ¿Por que nadie protesta de que a un centroeuropeo les paguemos tratamientos de enfermedades coronarias, ni de cáncer, ni las prótesis, cuando su pensión puede ser mas alta que cualquier sueldo medio de aquí? Un español parado y con hijos y con una prestación mínima tiene receta verde, es decir, paga un porcentaje de lo que vale el fármaco, y este jubilado del norte de Europa, con una pensión superior, receta roja; es decir, no paga nada. ¿Eso es justo? Pues no y eso según el baremo de la izquierda debería ser xenofobia. Pues tampoco. Y de todo esto se quejan unos políticos que han descuidado la facturación de tratamientos a extranjeros por valor de 1.000 millones de euros. Si, esa burrada de cantidad, que ha salido de nuestros impuestos y no se ha reclamado. Por eso digo una vez mas, xenófobos no, tontos y mas que tontos.


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