sábado, 31 de marzo de 2012

Facebook.
   La verdad es que cuando nos damos de alta en esta red social todo lo que le vemos son ventajas. Pero ya pasado algún tiempo cada vez mas nos suena una frase que se está extendiendo como una mancha de aceite. La frase en cuestión es: "eres mas falso que un amigo del Facebook".
   El año pasado, opté por ir publicando mis "partes médicos" casi a diario en la red. El número de amigos y amigas subía día a día y muchos colegas de profesión y clientes me solicitaban "amistad". Sin ser nada pudoroso, fui revelando mi estado de salud. Todo eran mensajes de apoyo, "me gusta", muchos mensajes del tipo "ánimo, estamos contigo", "tu puedes campeón" y similares. Ya por ese entonces algunos se excusaban diciéndome que no me llamaban "porque les daba pena llamarme"¿....?, no saben que decirme, y otros y otras esperaban al momento de mi curación para volver a retomar el contacto conmigo. Mas de uno y una, pasaron por el hospital, cuando estuve en él, a horas intempestivas a visitarme, venían a mi casa y todo eso me llenaba de alegría y me ayudaba a soportar una situación difícil. En definitiva, sacaban tiempo para estar conmigo.
   Llegó el momento en que me notificaron que me había curado, y el número de visitas y llamadas disminuyó. Pero los comentarios en Facebook y los "me gusta" pasaron a ser de unos fieles que ya se iban desmarcando del resto. Alguno y alguna, tenían la delicadeza de llamarme, una vez incorporado al trabajo, no para ver donde estaba y venir a verme, no, si no para ver si yo estaba cerca para acercarme yo a verlas o a verlos. ¿Curioso, verdad? El mundo al revés, el enfermo haciendo visitas a los sanos.
   Durante todo este periodo, puedo decir, que ha habido un grupo de incondicionales maravillosos y maravillosas, que han sacado tiempo del trabajo y de su vida personal y no han puesto ninguna excusa para estar a mi lado viernes a viernes, en nuestros aperitivos corporativos. Amigos y amigas que, a diferencia de los demás, no solo estaban conmigo, sino que además de lo último que me hablaban era y es de la enfermedad. Porque esa es otra, muchos y muchas el contacto lo han mantenido para de una manera morbosa ir buscando un relato de mi enfermedad, que a veces cansa bastante, sobre todo a mí.
   Cuando en noviembre pasado comuniqué mi recaída, también dije en la red que esta vez, el que quisiera saber de mí, que se esforzara un poco y bien vía mensaje o vía teléfono me encontrarían siempre que yo estuviera bien y disponible. Pues desde ese momento, ya poquita gente se acuerda de mí. Sigo con mi grupo de incondicionales locales y con los incondicionales de la red y Washup, que lo único que les impide venir a tomar algo conmigo es la distancia que nos separa. Pero que nadie vea resentimiento en mis palabras. No. Esto es lo que se conoce como "selección natural". Los que se han pasado al bando de los "amigos falsos del Facebook", se han pasado ellos solitos y solitas. Y quizás sea gente que nunca ha sido amigo.
   Eso sí, cuando escribían los "me gusta" y los comentarios solidarios, estaban haciendo dos cosas: una  darme unos ánimos de una manera muy cómoda y otra que el resto de amigos vieran lo que publicaban y que tenían un corazón muy grande y muy tierno. Esto venía muy bien para que algunos clientes vean lo mucho que te interesas por alguien al que realmente aprecias lo justo, o simplemente es un colega de trabajo, pero nunca amigo. Y esto también vale para muchos clientes que ni siquiera han contestado incluso cuando yo he llevado la iniciativa. Ahora, cuando los invitas a gambas y buenos vino, joder ¡que amigos que somos! Gracias a todos ellos.
   Por el camino, he conocido a gente estupenda, que saca tiempo para estar conmigo, gasta su "hora del café" casi a diario por darme un rato agradable de charla, y amigos que se han gastado una pasta en venir de Valencia o Castellón y perder un día de su vida y de sus familias estando unas horas conmigo y con los mios. Alguno, incluso repitió. Y luego hay gente que estando a media hora de coche, no tienen nunca tiempo. El trabajo es lo primero.
   Repito que no hay resentimiento. Ni siquiera decepción. Solamente constato una realidad. Luego, eso si, cuando a alguno o a alguna le preguntan por mí intuyendo una supuesta amistad, todos "se ponen la medalla" dando noticias mías, aunque sean falsas, con tal de quedar bien y de demostrar lo buen amigo o amiga que son de Emilio.
   Lo injusto o incluso lo estúpido de todo esto, es que a fecha de hoy, estoy aquí, mejor o peor, pero estoy. El día que no esté es cuando ya no se podrá hablar conmigo en persona. Ni disfrutar de mi compañía. Que no espere nadie, y sobre todo de esos y esas que utilizan solo el Facebook que desde el "otro barrio" mande algún comentario de los míos o algún enlace. Ya se acabaran los "me gusta" y los "ánimo compañero", "eres el mejor", "eres un ejemplo de fortaleza", etc, etc.... Eso sí espero que eso tarde muchísimo en pasar.
   Por esos a todos vosotros y vosotras os digo: "sois mas falsos que un amigo del Facebook".

3 comentarios:

  1. Eso es hablar claro... con un PAR...

    ResponderEliminar
  2. Hola soy tu compi del cafe ,x fin me he metido en tu block y no esta nada mal,un besico

    ResponderEliminar